Completa los huecos de este texto con los pronombres adecuados (me, te, se, lo, la, nos, os, los, las le, les):
Soy Mónica. Nací en Toledo. Estudié Bellas Artes, pero ahora estoy de dependienta en una tienda de recuerdos en el Puerto de Sóller y ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. Una amiga mía me dijo que ____ mejor que podía hacer era mudar____ a la Tramuntana, si quería pintar bien. ____ hice caso y ____ agradeceré siempre su consejo. ____ //____ agradeceré mientras viva.
Cuando salgo del trabajo, cojo la bicicleta y me voy por los acantilados a dibujar. Es mi momento de relax y____ aprovecho al máximo. No sé si mis dibujos son muy buenos, pero ____ hago con mucho cariño y ____ permito ser libre, dibujar ____ que realmente me apetece como ____ dé la gana, sin preocupar____ por el estilo. Si vieran mis profesores mis dibujos, creo que ____ daría un patatús.
El otro día se pusieron en contacto con una amiga y conmigo una editorial de cuentos infantiles. Mi amiga es escritora y publica cuentos en varias revistas literarias. ____ he leído y son una pasada. Me encantan. ____ comentaron un proyecto que nos podría interesar: publicar una serie de relatos infantiles relacionados con el mar, ilustrados por mí. Nos pareció una idea fantástica y además tendría total libertad para ilustrar____. Enseguida pensé en mi madre, porque fue ella quien ____ preocupó de llevar____ a clases de dibujo cuando era pequeña. ____ llamé y se puso contentísima. ____ dijo que la oportunidad era buenísima, que no _____ debía desaprovechar y que, ante todo, fuera yo misma, que fuera libre. ____ respondí que no se preocupara.
Así que ahora, después del trabajo o antes de empezar la jornada, me siento en una roca frente al mar y dejo volar la imaginación. ____ dejo libre y sin ataduras, inspirada por los personajes de mi amiga que respiran esta sal que invade el paisaje y un mar que ____ invade todo.
SOLUCIÓN
Soy Mónica. Nací en Toledo. Estudié Bellas Artes, pero ahora estoy de dependienta en una tienda de recuerdos en el Puerto de Sóller y ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida. Una amiga mía me dijo que lo mejor que podía hacer era mudarme a la Tramuntana, si quería pintar bien. Le hice caso y le agradeceré siempre su consejo. Se lo agradeceré mientras viva.
Cuando salgo del trabajo, cojo la bicicleta y me voy por los acantilados a dibujar. Es mi momento de relax y lo aprovecho al máximo. No sé si mis dibujos son muy buenos, pero los hago con mucho cariño y me permito ser libre, dibujar lo que realmente me apetece como me dé la gana, sin preocuparme por el estilo. Si vieran mis profesores mis dibujos, creo que les daría un patatús.
El otro día se pusieron en contacto con una amiga y conmigo una editorial de cuentos infantiles. Mi amiga es escritora y publica cuentos en varias revistas literarias. Los he leído y son una pasada. Me encantan. Nos comentaron un proyecto que nos podría interesar: publicar una serie de relatos infantiles relacionados con el mar, ilustrados por mí. Nos pareció una idea fantástica y además tendría total libertad para ilustrarlos. Enseguida pensé en mi madre, porque fue ella quien se preocupó de llevarme a clases de dibujo cuando era pequeña. La llamé y se puso contentísima. Me dijo que la oportunidad era buenísima, que no la debía desaprovechar y que, ante todo, fuera yo misma, que fuera libre. Le respondí que no se preocupara.
Así que ahora, después del trabajo o antes de empezar la jornada, me siento en una roca frente al mar y dejo volar la imaginación. La dejo libre y sin ataduras, inspirada por los personajes de mi amiga que respiran esta sal que invade el paisaje y un mar que lo invade todo.